20/10/20

Prueba: Seat León 1.5 TSI 150 FR Go L 5p

Gracias al concesionario Seat Gil Automoción de Alcalá De Henares hoy os traemos la prueba del modelo líder de ventas en España: la nueva generación del Seat León, en versión de 5 puertas, con el motor 1.5 TSI de 150 CV (110 kW), cambio manual y acabado tope de gama FR con el paquete Go L.

Por fuera

Estamos ante una generación totalmente nueva de este coche, y eso se nota nada más verlo. Solamente la línea de las ventanillas nos recuerda ligeramente al modelo anterior, ya que todo lo demás es diferente: la parrilla y los faros siguen la nueva línea de la marca iniciada con el Tarraco, mientras que el capó largo y bajo le da una apariencia musculosa (los faros, que están ligeramente metidos dentro de la carrocería, también ayudan a ello). La doble línea dinámica lateral se sustituye por una única que va apareciendo y desapareciendo, manteniendo una continuidad, y los laterales incorporan unos pliegues que hacen unos interesantes juegos de luces.

Por último, la trasera es una de las zonas más llamativas, con esa nueva luz de posición que ocupa toda la anchura del coche (Seat lo llama "luz trasera infinita"), y el nombre del modelo con la nueva grafía que utiliza Seat y simula ser manuscrita (y que no está siendo del agrado de todo el mundo; de hecho Seat ofrece como opción sin coste la eliminación del nombre y la versión en la trasera); a mí no me disgusta pero reconozco que es extraña y además pone Leon, sin tilde. Que antes tampoco la llevaba, pero disimulaba más.

Y mencionar también que al ser esta una versión FR incorpora, además del correspondiente logotipo (que es de nueva factura también), unos parachoques específicos tanto delante como detrás, con una zona simulando un difusor y dos adornos cromados simulando dos falsas salidas de escape, además de los espejos retrovisores en color gris mate ("Cosmo Grey" lo llaman), la parrilla  y los cristales laterales con el borde negro y las llantas de aleación específicas de 17 pulgadas y 5 brazos (aunque a mí me parece que quedan mejor las de 18 pulgadas, pero eso es cuestión de gustos).


Por dentro

Si por fuera el cambio es notable, por dentro nada nos recuerda al anterior, ya que se pasa de un salpicadero alto y con varios botones a uno de líneas limpias y horizontales donde predomina el minimalismo y donde se han eliminado todos (¡todos!) los botones: solamente se mantienen el warning, la apertura de puertas, el freno de estacionamiento (que es eléctrico) y la ayuda al arranque en pendiente (además de los del volante). Todos los demás o bien han desaparecido o bien se han aglutinado en la pantalla. Y sí, el mando de las luces ha desaparecido también, lo cual creo que es un error; en su lugar hay un panel táctil para conectar las luces de cruce, las antinieblas (delanteras y traseras) y el desempañado tanto del cristal delantero como de la luneta térmica, creo que son funciones lo suficientemente importantes como para haber mantenido botones físicos. ¿Se cambiará esto en el restyling, o será el futuro? (Los VW Golf e ID.3 lo incorporan también...).

El resto de funciones va en la pantalla. Puesto que todos los medios nos hemos hartado a criticar a las marcas que prescinden de todo tipo de botones (¡hola, PSA!), aquí han optado por una solución intermedia: la climatización y el volumen tienen sendas zonas táctiles bajo la pantalla para subir o bajar; no es como tener una ruleta física (la mejor solución, según nuestra opinión), pero mejor eso que nada. Además, el volumen tiene un mando en el volante, y la temperatura se puede regular también con el control por voz. Para activarlo, basta con apretar el botón correspondiente en el volante, o bien decir "hola hola", y el coche nos preguntará qué queremos hacer. Sirve tanto para subir o bajar la temperatura como para cambiar la emisora o introducir una dirección en el navegador, además de reconocer algunas frases (por ejemplo, "tengo frío"). No llega al nivel del MBUX de Mercedes, pero nos parece suficientemente bien resuelto.

La pantalla es de 10,25 pulgadas y se ve realmente bien, y reacciona siempre bien a la primera (no podemos decir lo mismo del control gestual). Puede dividirse en tres zonas o bien ver una función en toda su extensión, a gusto del usuario. Tiene muchas posibilidades de personalización, y también todas las opciones del coche, por lo que recomiendo tomarse un tiempo para configurar todo bien a nuestro gusto (el selector de modos de conducción con un modo individual, la luz ambiental, la música preferida, la conexión con nuestro móvil...). Además, la instrumentación también es digital (llamada "Digital Cockpit") y también se puede personalizar: aparte de las 5 diferentes visualizaciones básicas, la parte interior tiene tres zonas que también pueden cambiarse, o poner el navegador a mayor tamaño. Lo dicho, hay que tomarse un tiempo para dejar todo a nuestro gusto ya que es altamente personalizable.


Los materiales del interior y su ajuste no merecen críticas, llevando plásticos blandos tanto en la parte superior del salpicadero como de las puertas delanteras y rígidos de buen tacto en las zonas inferiores, todos ellos sin crujidos extraños. Separando ambas zonas hay una moldura de lado a lado (símil aluminio en esta terminación FR) en la que va apoyada la pantalla central (y bien sujeta, ni se mueve ni suena ni siquiera al intentarlo) y que ayuda a crear esa sensación de limpieza de líneas. En la zona baja encontramos dos tomas USB-C y el cargador inalámbrico para el móvil. Entre los asientos hay un amplio reposabrazos regulable tanto en longitud como en altura (¡bien por Seat!) y los ya habituales posavasos, a los que les ha desaparecido la cortinilla que los cubría. Las puertas también están bastante cuidadas, con la zona del apoyacodos acolchada (delante y detrás), y una zona tapizada entre el apoyacodos y la moldura. El techo (de color oscuro en el FR) también tiene buen tacto y su unión con el cristal delantero es perfecta. Así que pocas críticas se pueden hacer. Además, se ha huido del tan de moda negro piano (que se llena de polvo y se raya fácilmente), lo cual nos parece un gran acierto (solamente lo hay en la pantalla). Por último, la luz ambiental envolvente queda realmente bien y hace al interior muy agradable por la noche.

El puesto de conducción es casi impecable, con regulaciones amplias del volante y el asiento (el respaldo con ruleta, por suerte) y un buen apoyo lumbar, solamente falla que el cinturón no es regulable en altura (algo que se está perdiendo en muchísimos modelos) y que quizá se quede algo estrecho para gente más corpulenta (los asientos deportivos llevan unos pétalos bastante prominentes que ayudan a sujetarnos en curvas pero reducen la anchura útil). La visibilidad es buena en general, algo peor por el retrovisor interior debido al tamaño de la luneta, pero que se compensa con el bien visible sensor de ángulo muerto en marcha y con los sensores y la cámara cuando vamos a aparcar. La ya comentada pantalla central está ligeramente orientada hacia el conductor (para favorecer su visión por parte del mismo), y la palanca del cambio queda muy a mano y es suave de accionar y con recorridos cortos, siendo agradable de utilizar.

En los asientos traseros hay mucho espacio también a lo alto y para las piernas (siempre para dos ocupantes, el tercero va estrecho en este modelo y en todos sus rivales) y el asiento es cómodo, disponiendo además de un buen reposabrazos, dos tomas USB-C de carga y de control independiente de la temperatura, ya que el climatizador es trizona (algo poco habitual en el segmento). El maletero, con 380 litros, no es el más grande del segmento pero está en la media.


En marcha

Ya probamos ampliamente la generación anterior del León (aquí la prueba del FR TDI 150), incluso con el mismo motor que la unidad que probamos ahora (aquí la prueba del Xcellence 1.5 EcoTSI 150), así que teníamos ganas de saber cómo había cambiado esta nueva generación al llevar la evolución de la plataforma MQB. Y el resultado... pues igual de bueno. No ha cambiado en exceso, y los pocos cambios son a mejor. Eso sí, se nota que es una versión FR, ya que la suspensión es dura (lleva suspensión regulable hasta en 14 posiciones, pero incluso en la posición "Confort" se nota que va durito), aunque no se hace incómoda y ayuda a que el paso por curva sea elevado y totalmente seguro. Vira muy plano y muy neutro, lo cual se agradece en las zonas de curvas si queremos ir "ligeritos", donde nuestro sentido común nos frenará más que las posibilidades reales del coche. Eso sí, si buscamos un coche cómodo por encima de todo, quizá debamos elegir la terminación Xcellence (que no hemos probado aún, pero debería ser más blando). De todas formas, gracias al selector de modos de conducción, de serie en este FR, podemos seleccionar casi un coche para cada día (cambian suspensión, dirección y respuesta del acelerador).

En autopistas y autovías (y nacionales bien asfaltadas) los kilómetros pasan sin notarlo, ya que es un modelo con mucho aplomo y muy bien insonorizado (ni siquiera se nota en exceso el ruido de rodadura o el de los retrovisores), con un comportamiento excelente y una dirección agradable de manejar, y además los largos desarrollos del cambio hacen que el motor circule a un régimen bajo en la mayoría de situaciones, originando poco ruido. Estos desarrollos son especialmente largos en 5ª y 6ª velocidades, aunque el motor puede de sobra con ellos y tiene unas prestaciones realmente buenas para su potencia. Además, ayudan a que el consumo sea muy bajo, ya que hemos obtenido en la prueba una media de 6,05 litros cada 100 km, que se puede rebajar fácilmente ya que hemos estado mucho tiempo parados con el motor en marcha probando todas las diferentes configuraciones (y eso estropea la media de consumo). Algo menos de 6 litros para un coche de este tamaño y esta potencia (y sin hibridación de ningún tipo, aunque cierto es que tiene la desconexión de dos de sus cilindros en situaciones favorables) es un dato realmente bueno.


Equipamiento y precio

La versión probada, 1.5 TSI 110 kW (150 CV) FR Go L 5p, tiene un precio de 24650 € según configurador a fecha de hoy. La unidad de la prueba venía totalmente de serie, incluso el color "Rojo" (no trae denominación especial según la web) es el de serie.

Los elementos de equipamiento más importantes que trae de serie son control de chasis dinámico con selector de modos de conducción, llantas de aleación de 17 pulgadas, retrovisores exteriores en color Cosmo Grey, parachoques específicos, pantalla táctil central de 10,25 pulgadas y sistema de navegación, cargador inalámbrico para el móvil, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara de visión trasera y asistente de aparcamiento, control de crucero adaptativo, acceso y arranque sin llave, faros full led delanteros y pilotos traseros full led con luz trasera infinita y luz de bienvenida, sensores de lluvia y luces, cuadro de mandos "digital cockpit", luz led ambiental configurable, detector de ángulo muerto y alerta de tráfico posterior con asistente de salida segura, climatizador automático de tres zonas con control trasero, reposabrazos delantero y trasero, asistente de frenada automática en ciudad, asistente de salida involuntaria de carril o sistema de bloqueo electrónico del diferencial XDS. Un equipamiento de serie muy amplio, como se puede ver.

Entre las opciones principales destacan las diferentes pinturas blanca, metalizada o custom (310, 610 o 920 euros respectivamente), llantas de aleación de 18 pulgadas (670 a 710 euros, según modelo), paquete exterior cromado o negro glossy (180 €), techo solar (1100 €), asientos eléctricos con tapicería dinámica (800 €), paquete invierno (400 €, incluye asientos delanteros y volante calefactables), paquete almacenaje (180 €, incluye cajones bajo los asientos y maletero con doble fondo), rueda de repuesto minimizada (100 €), alarma volumétrica (310 €), airbag lateral trasero y de rodilla para el conductor (310 €), el sistema de sonido Beats (510 €) o la ya comentada eliminación del nombre del modelo en la trasera (opción sin coste), entre otras opciones. Razonable para dejar el coche totalmente a nuestro gusto.


Conclusión

El León siempre ha sido uno de los mejores modelos del segmento, y en esta nueva generación no iba a ser menos. Se han modernizado sus líneas, se ha vuelto más tecnológico y se ha ampliado su equipamiento, a la vez que se mantiene su bajo consumo y su buen andar en carretera tanto por comportamiento como por prestaciones. El precio también ha subido, pero es algo lógico en un modelo recién lanzado, y además lo compensa con su abundante equipamiento de serie. ¿Recomendable? Totalmente y sin dudarlo. No nos extraña que sea líder de ventas en España, y probablemente siga así por mucho tiempo, ya que es uno de los modelos más equilibrados dentro del segmento compacto.

  • Destacable: aplomo en carretera, respuesta del motor, consumo bajo, equipamiento de serie.
  • Mejorable: ausencia total de botones para las luces o la climatización, precio algo superior al de sus rivales.

Agradecer nuevamente a Seat Gil Automoción de Alcalá De Henares (perteneciente al Grupo Gil) la cesión del coche para la prueba. El resto de las fotos, una amplia galería de más de 100 imágenes, aquí.





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