Por fuera
Las fotos hablan por sí solas, y es que hay que reconocer que el diseño les ha quedado muy bien. Es un modelo totalmente a la moda (con el morro alto y poderoso, y la carrocería elevada), y que llama la atención por sus faros en tres niveles y sus protecciones plásticas (aunque sorprendentemente no pueda equipar los Airbumps laterales). Y eso que esta unidad en concreto era bastante discreta, en color blanco con el techo negro, ya que hay múltiples configuraciones y algunas de ellas son bastante llamativas (ya pudimos ver algunas en aquella presentación en la que nos comimos un helado personalizado), pudiendo poner, además de la ya citada carrocería bicolor, colores también a retrovisores, barras de techo, bordes de los faros e incluso a la tercera ventanilla lateral. Vamos, que se puede fabricar casi el coche a medida, y eso parece que gusta.
Por dentro
Esta unidad llevaba el acabado alto de gama Shine, y la verdad es que se nota, ya que buena parte del interior va recubierta en símil cuero de color naranja (ligeramente blando en el salpicadero), además de parte de la consola central y buena parte de los asientos (he visto otros acabados inferiores y no dan tan buena sensación, sobre todo si es todo plástico como en los más básicos). La postura de conducción no admite críticas, y la visibilidad es buena en todas direcciones (y el techo panorámico aporta un plus de luminosidad al habitáculo nada desdeñable). Eso sí, el asiento del pasajero no se regula en altura y queda bastante alto, con lo que mi cabeza se acercaba bastante al marco delantero. Y en cuanto a la ergonomía, los diferentes mandos y botones quedan muy a mano, aunque lo que no me gusta es que prácticamente todo se regule desde la gran pantalla central (climatización incluida), que requiere retirar la vista demasiado tiempo de la carretera para simplemente cambiar la temperatura interior.
La habitabilidad es buena tanto en las plazas delanteras como en las traseras, con una banqueta corrediza que ayuda a optimizar el espacio trasero y el maletero. Dicho maletero tampoco admite críticas, con un espacio más que suficiente para el tamaño del coche, y con una altura de carga suficientemente baja como para que sea cómodo introducir los bultos.
En marcha
He podido conducir el coche muy brevemente, por lo que necesitaría más tiempo para hacerme una idea real del coche. Pero en lo que pude hacer, me sorprendió la buena respuesta del motorcillo 1.2 de tres cilindros (en versión de 110 CV en esta unidad), siendo muy suave en bajos y estirando como buen gasolina que es. Eso sí, el motor se hace notar bastante en el interior, lo cual a mí me gusta (¡para eso es un gasolina!), pero puede que otras personas prefieran un interior más silencioso (como digo siempre, cada uno que lo pruebe y extraiga sus conclusiones). La suspensión me pareció bastante blanda, lo cual ayuda a la comodidad del coche.
Además, pude ir de copiloto en una pista de tierra con bastantes baches y zanjas, y me sorprendió lo que puede hacer este modelo con los neumáticos adecuados, un Grip Control que funciona muy bien, y un control de descenso de pendientes que ayuda a que el coche no se embale. Realmente pasa por más sitios de los que parece, y dudo que quien se compra un SUV así vaya a intentar pasar por donde pasamos con el coche.
Equipamiento y precio
La versión probada corresponde al acabado Shine. Su equipamiento incluye faros antiniebla, climatizador automático, alerta por cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales, control de presión de neumáticos, llantas de aleación de 16 pulgadas, control de aparcamiento trasero, cuatro elevalunas eléctricos, acceso y arranque manos libres, frenada de emergencia, asientos traseros abatibles y deslizantes, encendido automático de luces o Citroën Connect Nav.
La unidad probada llevaba además la pintura en color "Blanco Natural" (200 €) con el techo bitono en color "Negro Tinta" (400 €), el interior "Hype Colorado + tejido mixto TEP Colorado" (600 €), el pack parking (con la cámara trasera, 250 €), el techo panorámico practicable (950 €), el pack Shine (1000 €, e incluye el Grip Control, el control de descenso de pendientes y unas llantas de 17 pulgadas con neumáticos All Season), Head-up Display y pantalla a color en la instrumentación (400 €), con lo que el configurador nos da un precio de 23350 € (con un descuento incluido de 1000 €). Se me antoja un poco elevado, y seguramente el precio "real" a pide de concesionario sea bastante más razonable.
Conclusión
Parece que Citroën ha entendido perfectamente lo que quieren los clientes actuales: modelos SUV, altos y de estética poderosa, con un interior amplio y con muchas posibilidades de personalización. Además su estética me parece bastante acertada, con lo que este español modelo (se fabrica en Figueruelas junto a su primo el Opel Crossland X) tiene el éxito casi asegurado. Eso sí, el equipamiento de serie me parece algo justo por lo que habrá que tirar de la lista de opciones para dejar el modelo a nuestro gusto. Y esa pantalla central sigue sin convencerme...
- Destacable: habitabilidad, diseño, posibilidades de personalización.
- Mejorable: plásticos interiores, rumorosidad, pantalla central con demasiadas funciones.
Gracias otra vez al concesionario Automoción Alcalá, concesionario oficial Citroën y DS para Alcalá De Henares, por la realización de esta pequeña toma de contacto. Además, si llamas y reservas tu prueba entras en el sorteo de una Smartbox y un fin de semana con el C3 Aircross. ¡Date prisa! El resto de las fotos de la prueba las tienes aquí.
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