Este concept adelanta un futuro X7 de producción, que será presentado en 2018, y será un SUV de mayor tamaño que el X5 (SUV, aunque BMW se empeña en llamarlos SAV, A de Activity en vez de U de Utility).
BMW no ha detallado prácticamente nada del modelo, solamente dice que lleva una mecánica híbrida enchufable, con un motor eléctrico y otro de gasolina. Lleva faros láser y unos pilotos traseros unidos por una barra cromada (y formas parecidas a los próximos SUV de BMW, como el X4). Las llantas de aleación son de 23 pulgadas.
El interior está distribuido en tres filas, con seis asientos independientes, los dos de la fila intermedia con el mismo diseño que las delanteras. La instrumentación es totalmente digital, con una pantalla de 12,3 pulgadas, y va unida a la pantalla táctil central del sistema de infoentretenimiento (al igual que en algunos modelos actuales de su gran rival Mercedes). Las plazas centrales disponen también de sendas pantallas, y la iluminación interior se hace mediante láser. Además, diferentes elementos interiores disponen de retroiluminación en azul. Por último, dispone también de un gran techo panorámico, con una línea central en forma de Y.
La parrilla frontal crece (hasta niveles un pelín exagerados, creo yo) y los grandes riñones se colocan en posición vertical, para dar un aspecto más musculoso. Este prototipo se podrá ver en el Salón de Frankfurt; para el modelo de calle (rival del Mercedes GLS, por ejemplo) habrá que esperar un poquito más.
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