La marca del rayo nos enseña su nueva arma para el segmento B: el Crossland X.
Y es que, para sustituir al Meriva, Opel ha decidido reconducirlo hacia el tan de moda segmento SUV. Y lo deja claro ya con el nombre, puesto que todos los nuevos modelos crossover de Opel llevarán el apellido "X".
Este modelo mide 4,212 m de largo, 1,765 m de ancho y 1,590 m de alto, por lo que sus dimensiones son muy parecidas a las del Mokka X. Además, su maletero es bastante grande, pues cubica 410 litros en posición normal (que pueden llegar a 520 si adelantamos la segunda fila de asientos). Incorpora también unas cuantas soluciones prácticas, como la ya comentada fila trasera regulable (los asientos se desplazan hasta 15 centímetros) y abatible en tres partes 40/20/40.
Por fuera, numerosos elementos nos indican que estamos ante un modelo Opel, como los faros con luz diurna de ledes con forma de doble ala (forma que también se extiende a las luces de posición traseras), la gran parrilla frontal o la curiosa forma del pilar C, lugar en el que bastantes de los nuevos Opel innovan (y en este caso, similar al del Adam). En este modelo, encontramos además la posibilidad de incorporar una carrocería bicolor y protecciones plásticas en negro para la parte inferior de las puertas, ambos paragolpes y los pasos de rueda, junto a una zona plateada en ambos paragolpes simulando un cubrecárter; resumiendo, estética SUV. Destacar además que los faros delanteros pueden llevar tecnología led adaptativa AFL.
El interior sigue los últimos diseños de Opel, con una gran pantalla táctil central de hasta 8 pulgadas con el sistema IntelliLink (compatible con CarPlay o Android Auto), otra pantalla digital en la instrumentación, volante y parabrisas calefactables, y unos asientos delanteros con certificación AGR (una asociación alemana que garantiza su calidad para la espalda). Además, se pueden incorporar elementos como un gran techo panorámico de cristal, climatizador bizona o un cargador inductivo para móviles.
Tecnológicamente también está a la orden del día, ya que puede incorporar el ya conocido OnStar, head-up display, cámara de visión trasera panorámica, asistente de aparcamiento, alerta de colisión frontal con detección de peatones, frenado de emergencia automático, alerta de mantenimiento de carril, alerta de ángulo muerto, asistente de señales de tráfico, aviso al conductor por somnolencia o acceso y arranque sin llave.
Este modelo de difícil catalogación se presentará en el Salón de Ginebra y se pondrá a la venta poco después, con motores gasolina, diésel o GLP (aunque aún se desconocen sus detalles), y se fabricará en Figueruelas (la fábrica española, en Zaragoza). Es una apuesta a la vez arriesgada y a la vez segura: segura porque los SUV están de moda y su estética nos recuerda a este segmento, pero arriesgada porque puede canibalizarse con su hermano el Mokka X, y además algunos aspectos son más de monovolumen... ¿Triunfará este "español" modelo?
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