La marca española Seat acaba de presentar la actualización de su popular compacto, el León.
El modelo más vendido en España en lo que va de año (y que también goza de buena aceptación en toda Europa) se actualiza ligeramente para seguir manteniendo su posición de privilegio. Pequeños detalles para actualizar el producto y seguir al día.
Por fuera, cambian el frontal y la trasera. Son nuevos los faros delanteros, que pueden incorporar ledes para todas las funciones y dichos ledes son más potentes que los del modelo anterior. Además, la luz diurna incorpora también a los intermitentes. Los faros antiniebla son nuevos e incorporan también tecnología led (de diseño diferente en la versión FR). La parrilla frontal es más ancha y con mayor parte cromada, y el parachoques delantero también es nuevo (y de diferente diseño en las versiones FR).
Detrás, cambian los parachoques y la definición interior de los pilotos con tecnología led (por ejemplo, el intermitente tiene una longitud superior). El resto de cambios exteriores se reducen a la aparición de algunos cromados más en algunas versiones, nuevos modelos de llantas de aleación y tres nuevos colores para la carrocería, llamados Desire (rojo), Boheme (morado) y Mystery (azul).
En el interior tampoco hay muchos cambios. La pantalla central táctil puede ser ahora de 8 pulgadas, incorporando control gestual y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. La consola central también cambia, ya que algunos botones desaparecen (gracias a la nueva pantalla más grande), el freno de estacionamiento pasa a ser eléctrico, y en la parte baja aparece un cargador de móviles inalámbrico. Aparecen nuevas molduras decorativas y, según versiones, la posibilidad de cambiar el color de ambiente interior entre 8 posibilidades (pudiendo variar también la intensidad de la iluminación).
Los acabados siguen siendo Reference, Style y FR (el Cupra llegará más adelante), y además se incorpora una nueva versión llamada Xcellence que será la tope de gama, al mismo nivel de precio que la FR pero más orientada al lujo. Incorporará tapicería exclusiva (en Alcántara y cuero opcionalmente), cromados en las ventanillas, pilotos traseros de ledes, estriberas de aluminio iluminadas en las puertas, acceso y arranque sin llave e iluminación ambiental de múltiples colores.
Los motores son los mismos que antes, salvo el 1.6 TDI que ahora ofrece 115 CV de potencia (disponible con cambio manual o automático DSG de 7 velocidades). Además, aparece la posibilidad de equipar con la caja automática DSG de 7 velocidades al motor 2.0 TDI de 150 CV en combinación con la tracción total 4Drive. Por tanto, y a la espera de la versión Cupra (en la que también prometen novedades), la gama consta de motores de gasolina entre 110 y 180 CV (incluyendo el 1.4 TGI que puede funcionar con CNG y el 1.4 TSI ACT con desconexión de cilindros) y motores diésel entre 90 y 184 CV.
En cuanto a tecnología, también incorpora algunas novedades como una cámara mejorada para el sistema de reconocimiento de señales o el de frenado automático (que también reconoce peatones), un nuevo control de crucero adaptativo, sistema de aparcamiento asistido tanto en línea como en batería, y asistente de conducción en atascos (para las versiones automáticas).
Esta renovación, que afecta a las tres carrocerías (5p, 3p SC y familiar ST, que acumula el 35 % de los pedidos según Seat), comenzará a venderse a principios del próximo año 2017. Este ligero lavado de cara me parece todo un acierto, ya que pule algunos detalles y actualiza la tecnología pero sin variar lo esencial, que es la agradable estética y el agrado general del modelo.
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