Acaban de aparecer los primeros datos del nuevo 5008, un SUV más para Peugeot.
Y es que, al igual que ha ocurrido con el nuevo 3008 que fue presentado hace pocos meses, el 5008 también digievoluciona al concepto SUV. Lo que sí se mantiene es que el 5008 sigue siendo la versión alargada del 3008 (por mucho que en la marca intentasen separar a las generaciones anteriores, había más cosas en común que diferencias).
En el segmento SUV compacto y grande europeo, el rey hasta ahora está siendo Nissan. ¿Qué hizo Nissan al renovar sus modelos? Quitar el Qashqai+2 y renombrarlo como X-Trail y así matar dos pájaros de un tiro. ¿Qué ha hecho Peugeot? Pues anarrosear la idea y llamar 5008 a la versión alargada del 3008 (con cuatro cambios más), siendo un SUV de 7 plazas que coquetea con el segmento D. Y es que en la marca se empeñan en catalogarlo como SUV compacto, cuando yo lo veo más rival del Outlander que del Tucson, pero ellos sabrán.
Por fuera, la carrocería crece 19 cm de largo con respecto al 3008 (y 11 cm con respecto a la generación anterior del 5008), llegando hasta los 4,64 metros. La batalla crece 16,5 cm y se coloca en 2,84 metros. La altura se mantiene en 1,64 metros con las barras de techo incluidas, que serán de serie en todas las versiones. Por lo demás el diseño es muy similar al del 3008, aunque con unos cuantos cambios: los paragolpes delanteros incluyen unas tomas de aire más grandes y unos faros antiniebla reubicados, los paragolpes traseros también son nuevos y más pequeños para que el portón sea mayor, y la línea lateral se eleva en un punto diferente. Vamos, que no han mantenido todo el diseño y han intentado diferenciarlo de su hermano, lo cual es de agradecer.
Por dentro, el puesto de conducción es igual al del 3008, con el nuevo i-Cockpit de Peugeot que incluye la instrumentación digital elevada de 12,3 pulgadas (más detalles aquí). En la segunda fila nos encontramos con que el modelo no olvida sus raíces de monovolumen de la generación anterior, e incorpora tres asientos individuales del mismo tamaño, que además son regulables en longitud, abatibles y con cinco posiciones de regulación en inclinación. Vamos, que la segunda fila está bastante bien cuidada. Y además, este modelo incorpora una tercera fila de asientos con dos butacas que, además de plegarse en el suelo del maletero, son también extraíbles (pesan menos de 11 kg cada una), con lo que se gana un espacio extra en el maletero. Aunque este maletero tiene una capacidad de 780 litros VDA, con lo que se me ocurren pocas veces en las que sea necesario tener más volumen (¿cuántas mudanzas haces al año, entre una y ninguna?). Y, por si fuera poco, el asiento del pasajero delantero es también reclinable, con lo que podemos llevar bultos en el interior de hasta 3,20 metros de largo. Y si llevamos las manos ocupadas, el portón trasero lleva accionamiento eléctrico y función manos libres.
Al igual que el 3008, se podrá elegir entre cinco acabados llamados Access, Active, Allure, GT Line y GT. Y se podrá elegir entre seis motores, dos de gasolina y cuatro diésel. Los de gasolina son el 1.2 PureTech de 130 CV (manual, automático y con una versión de bajo consumo) y el 1.6 PureTech de 165 CV (sólo automático, ¿antes no se llamaba THP?). Los diésel son el 1.6 HDi de 100 CV (sólo manual, y de 5 velocidades, ¿se quedará un poco corto para tanto coche?), el 1.6 HDi de 120 CV (manual, automático y con una versión de bajo consumo), el 2.0 HDi de 150 CV (sólo manual) y el 2.0 HDi de 180 CV (sólo automático, y solamente en versión GT). Todos ellos incorporan Stop/Start y están disponibles únicamente con tracción delantera (sí, ya ha llegado el momento en el que hay SUVs que ni siquiera ofrecen tracción total en ninguna de sus versiones). Lo que sí ofrecerá es el Grip Control, que es un control de tracción optimizado para facilitar la tracción en determinadas superficies (barro, arena...).
Se fabricará en Rennes (Francia) y se presentará al público durante el próximo Salón de París, comenzando a venderse en primavera del próximo año 2017.
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