Aunque se trata de una nueva generación, Porsche no ha querido romper del todo y su estética es, más que una revolución, una evolución del concepto inicial.
Por fuera, crece hasta los 5,05 metros de largo, 1,94 metros de ancho y 1,42 metros de alto; a pesar de ello, Porsche dice que parece más bajo por detalles en el diseño y por el crecimiento en anchura. El maletero cubica 495 litros (ampliables con un respaldo trasero abatible en tres partes).
Inicialmente estarán disponibles solamente las versiones 4S, Turbo y 4S Diésel. El 4S llevará un motor V6 de 2,9 litros y 440 CV, el Turbo un V8 de 4 litros y 550 CV, y el 4S Diésel un V8 que desarrolla 422 CV. Los tres motores son nuevos, y consumen menos combustible que sus predecesores pero a su vez ganando prestaciones. Las tres versiones se ofrecen con tracción a las cuatro ruedas, cambio automático PDK de 8 velocidades e incorporan un mando llamado "Mode Switch" con cuatro modos de conducción seleccionables.
Por dentro, también se ve una evolución más que una revolución. La instrumentación cambia, estando formada por un gran cuentavueltas central analógico y dos pantallas de 7 pulgadas, una a cada lado. En la consola se eliminan muchos de los botones y se sustituyen por superficies táctiles. Y en la parte superior aparece una gran pantalla táctil de 12,3 pulgadas desde la que se controlan numerosos parámetros del coche.
Tecnológicamente, incorpora unas cuantas novedades como una suspensión neumática con tres cámaras de aire, el eje trasero direccionable, unos faros de ledes con 84 puntos de luz, un asistente de visión nocturna o un control de crucero adaptativo que puede predecir las aceleraciones y las frenadas con 3 km de antelación a partir de las señales recibidas por el radar y el GPS.
Se pondrá a la venta en noviembre, y su precio (en Alemania) parte de los 113027 €.
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