6 pabellones de Ifema llenos de coches de ocasión. La mayoría pertenecientes a las propias marcas, ya que tan sólo había unos pocos expositores de empresas de compraventa. Siempre es agradable pasear rodeado de coches si eres un fanático como yo, y también sirve para echar una ojeada al mercado si estás pensando en comprar un coche. Pero, sinceramente, me ha decepcionado un poco, ya que los precios no eran tan buenos como yo esperaba; por no ahorrar 1000 o 1500 euros prefiero estrenar yo el coche, sinceramente. Y, además, en cuanto te adentrabas en algún stand sentías como los comerciales correspondientes te asaltaban al instante, casi como los dependientes cuando atraviesas la línea de su sección en El Corte Inglés, para que te hagas una idea. ¿Sería porque era el último día y querían vender lo máximo posible para no tener que volvérselo a llevar? Quién sabe. De todas formas, también he podido ver unas cuantas cosas curiosas, de las que dejo a continuación una pequeña muestra (incluyendo el Astra que probé hace unos meses). El resto de las fotos, aquí.
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