Contacto: Mazda CX-3 2.0 Skyactiv-G-120 Luxury

Te cuento mis impresiones en un breve contacto con el SUV del segmento B de la japonesa Mazda, el CX-3 con motor de gasolina Skyactiv-G de 120 CV y acabado Luxury.

Es un coche precioso. Sé que el diseño es algo muy subjetivo, pero a mí me encanta, y a todo el que he preguntado también, así que se puede decir que Mazda ha acertado plenamente con el coche. Lástima que el color "Ceramic" no acompañe (aunque en las fotos parezca blanco, realmente es un color grisáceo que al menos para mi gusto no favorece mucho al coche)... Al menos las preciosas llantas de 18 pulgadas ayudan y mucho a la estética exterior.

Por dentro, la estética también toma todo el protagonismo, con una gran pantalla central y los aireadores centrales asimétricos. Pero este interior es, con diferencia, lo peor del coche. Salvo la parte central del salpicadero, que en esta versión va en cuero y es blandita, todo está hecho de plástico duro; bien ajustado, sí, pero todo duro. Además, los plásticos de las puertas ceden a la mínima presión, y ese trozo rojo que parece cuero pero es plasticurrio... Que sí, que todo está bien ajustado, pero la buena impresión que dejan otros Mazda superiores aquí queda deslucida. Además, de espacio no va muy sobrado (ni de maletero), y al ser pequeñas las ventanillas, da la sensación de ser más pequeño de lo que ya es. Y por último, no puedo dejar de mencionar la estrechez del asiento del conductor, ¡si casi no me cabía el culo! Vale que a la operación bikini 2016 ya no llego, pero peso 74 kg... ¿cómo se sentará ahí una persona rellenita de verdad?

En marcha, las cosas vuelven a su sitio. Esta unidad lleva el motor 2.0 gasolina de menor potencia, con 120 CV. Es un motor "como los de antes", donde sacan los caballos de la cilindrada y no siguen con la actual moda "downsizing", lo cual en teoría asegura una mayor durabilidad y menores problemas mecánicos; a todas estas técnicas (y a las de reducción de peso) Mazda las llama Skyactiv, y parece que funcionan bien. En ciudad el coche se desenvuelve magníficamente, ya que no tiene un tamaño demasiado grande (aunque sí lo es para ser un segmento B) y la suspensión absorbe bien los baches y los resaltos urbanos. En carretera es donde no termina de ser tan redondo, ya que el motor tiene pocos bajos y los 120 CV se antojan pocos para tanta carrocería. Sí, ya sé que al ser atmosférico hay que usar más el cambio (lo cual no supone ningún problema ya que es excelente, y los recorridos de la palanca muy cortos y "duritos"), pero el coche parece que se dejó algún caballo por el camino... Quizá la versión superior sea mejor, aunque esta versión es bastante solvente si no demandas mucha potencia.

Según el configurador de Mazda, este coche tiene un precio base de 22980 € (a los que habría que sumar los entre 450 y 600 € de la pintura metalizada), que sin descuentos se hace un poco cuesta arriba aunque realmente está en línea con sus principales rivales (Mini Countryman, Honda HR-V, Jeep Renegade, Opel Mokka y Fiat 500X sobre todo, aunque hay bastantes más), y sobre todo siendo la versión Luxury que incluye ya faros de ledes, llantas de aleación de 18 pulgadas, tapicería de cuero, climatizador automático o navegador. Si estuviera un poco mejor hecho por dentro, tanto en materiales como en espacio... pero es tan bonito por fuera, que se le perdona todo. Eso sí, pónganme uno, pero en rojo, ¡por favor!