Los cambios interiores, de motorizaciones y de equipamiento son los mismos que los del C4 Picasso, y los puedes leer aquí (nueva pantalla central, nuevos sistemas de ayuda a la conducción, portón trasero eléctrico de apertura manos libres, tres ambientes interiores y cambio automático para el PureTech 130, entre otras cosas).
Las dimensiones exteriores no cambian, midiendo 4,60 metros de largo, 1,83 metros de ancho y 1,63 metros de alto. El maletero tampoco varía, cubicando 645 litros con la tercera fila plegada y la segunda fila en la posición más retrasada. La tercera fila de asientos lleva sus propios aireadores.
En el exterior es donde se concentran los mayores cambios. Nuevas decoraciones en las llantas de aleación, nuevos pilotos traseros para las versiones básicas (los pilotos de ledes se mantienen igual), nuevo color Plata para los arcos del techo, tres nuevos colores de carrocería (Azul Lazuli, Arena y Gris Acero) y, sobre todo, un nuevo frontal. En el frontal cambian los faros, la parrilla, el paragolpes y los faros antiniebla (con un embellecedor cromado en forma de C). Las luces diurnas se mantienen rodeadas por sendas líneas cromadas que parten del logotipo de Citroën, al igual que en el Grand C4 Picasso anterior. Lo que es nuevo es que este frontal se comparte con la versión corta C4 Picasso (hasta ahora había diferencias de diseño).
Se pondrá a la venta tras el verano, al igual que la versión corta. Ligeros cambios para seguir siendo el líder (¿le dejará serlo el nuevo Scénic?).
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