Presentación: Land Rover Range Rover Evoque Convertible (2016)

Al fin se presenta al público el coche con uno de los nombres más largos que puedes encontrar a la venta, el Land Rover Range Rover Evoque Convertible.

Ya tenía ganas de ver en persona al primer representante europeo del segmento SUV descapotable... Y digo europeo porque Nissan lo intentó en EEUU con el Murano CrossCabriolet de estética horrible poco digerible, y digo SUV porque desde hace mucho algunas marcas han ofrecido versiones descapotables (soft top o hard top) de varios todoterrenos como Suzuki con los Samurai, Vitara o Jimny, Jeep con su Wrangler o la propia Land Rover con los Defender y Freelander (y seguro que me dejo alguno más). Pero éste es el primer intento serio de convertir a un SUV en un descapotable de éxito, ¿lo conseguirá Land Rover?

Land Rover ha partido de su modelo estrella, el Evoque, para crear la nueva variante descapotable. ¿Y cómo ha quedado? Pues cuando ya se parte de una buena base, es fácil que el resultado quede bien. Y es que por el Evoque parece que no pasen los años, ya que se sigue viendo tan actual como el primer día. ¿Entonces qué han hecho para crear esta nueva variante? Pues quitar el techo, añadir un pequeño alerón al final y... ya. Si el Evoque normal ya se vende solo, no necesita cambio alguno.

Por fuera, los cambios son los justos: el alerón sobre el portón, el propio portón que ahora es una puertecilla que deja un acceso un poco complicado porque hay que agacharse más de la cuenta (pero nada escandaloso, tranquilo/a), y la propia ausencia del techo y del pilar B. El techo, hecho de tres capas de material textil y siempre de color negro, no replica la silueta del modelo cerrado sino que aporta un aspecto más de coupé cuando se encuentra sobre la carrocería, y que deja una estética aún más bonita que la del Evoque de 3 puertas si ello era posible. Eso sí, en un modelo "premium" como éste, me gustaría que se pudiera personalizar la capota cambiando el color.

El techo se recoge de forma completamente automática en 21 segundos, y podemos hacer la operación en marcha siempre que no superemos los 48 km/h. Lo único que hay que tener en cuenta es que el maletero debe estar cerrado, y que tenemos que apretar el botón durante toda la operación de plegado/desplegado. Un pequeño fallo: para tapar parte del mecanismo hay dos tapas de plástico que se pliegan y despliegan solas, pero que no ocultan del todo el mecanismo, así que se ve algún cable y queda un pelín cutre. Vale que hay que asomarse adrede para verlo, pero en serio, ¿tanto costaba hacer esas tapas un poquito más grandes para que tapasen todo?

Por dentro, pocos cambios con respecto al Evoque. Ahora se puede pedir una pantalla táctil de 10,2 pulgadas para la consola central (la misma que la del F-Pace que vi el otro día) que funciona de maravilla y que nos permite configurar el coche a nuestro gusto: navegador, bluetooth, ajustes del coche, control de descenso, purificador de aire, vista de la cámara trasera, de la cámara delantera, y de la visión en 360º, color de la iluminación interior... (sí, has leído bien, color de la iluminación interior; una pijada pero que en directo mola; y no es la única pijada ya que los retrovisores proyectan en el suelo la silueta del coche al abrir con el mando a distancia). Además, debido a que el techo ocupa lo suyo, la banqueta posterior reduce su capacidad a dos ocupantes y su respaldo queda demasiado vertical. Al menos hay espacio de sobra para la cabeza y para las rodillas. Ah, y aparece un mando para poder bajar o subir las cuatro ventanillas de golpe. Y todo sigue como en el modelo cerrado, con una calidad de materiales y ajuste excelente; da gusto tocar cualquier superficie.

La postura al volante se consigue sin esfuerzo, pero para encontrarme cómodo y que no pareciera que mi frente sobrepasaba la línea del parabrisas tuve que poner el asiento en la posición más baja posible, que no es mi preferencia. Pero bueno, es cuestión de gustos. El asiento y el volante ofrecen múltiples regulaciones, y el asiento parece cómodo, así que no debería ser complicado encontrar una buena postura. Y para acceder a la fila trasera, se tira de una palanca que abate el respaldo, y luego se presiona un botón (si se quiere) que adelanta el asiento eléctricamente (al menos en esta unidad que llevaba los asientos con regulaciones eléctricas). El movimiento es un poco lento, y no siempre será necesario utilizarlo porque el hueco que deja el respaldo es suficiente. Una cosa positiva: al ser un coche alto, no me ha resultado tan difícil subir o bajar de la fila trasera (y sin capota, ni te cuento).

Y aparte de perder una plaza, también perdemos bastante maletero, ya que el techo tiene que ir en algún sitio. Al menos lleva una rueda de repuesto, de emergencia, pero algo es algo. Y en la parte derecha lleva un rebaje para que quepa una bolsa con los palos de golf... ¿es que todos los ingleses quieren que en su coche quepan los palos?

Dado que esta versión será la tope de gama, sólo se venderá con tracción 4x4, cambio automático y los acabados altos SE Dynamic y HSE Dynamic. La versión expuesta correspondía al equipamiento más alto, HSE, y llevaba también todas las cámaras, los faros led, y las preciosas llantas de 20 pulgadas. Además, para resultar aún más molona, estaba pintada en color "firenze red" y el interior era "ebony and ebony leather".

En resumen, que una vuelta de tuerca más a un modelo que se vende por sí solo por una estética preciosa, a pesar de su elevado precio. Y es que la versión más barata menos cara, asociada al motor diésel de 150 CV, cuesta 54700 €. Sí, son 9 kilos de las antiguas pesetas por un modelo del segmento C. Pero es tan cuqui... Eso sí, por favor, no te compres un descapotable diésel, que no creo que quieras ir a cielo abierto y oyendo el sonido a tractor del motor (la versión de gasolina de 240 CV la tienes a partir de 63400 €; ya puestos a gastar, seguro que merece la pena).

Y en el exterior tenían varios modelos expuestos del resto de la gama: un Evoque, un Discovery Sport, un Range Rover Sport y el lujoso Range Rover. Yo sigo preguntándome por qué tuvieron que hacer al Discovery Sport tan parecido al Evoque...

Agradezco al comercial que me atendió su exquisito trato y sus precisas explicaciones del modelo. El resto de las fotos, aquí. De regalo, un par de vídeos de la capota en movimiento: