Por fuera, aparte de ser un compacto de 5 puertas, nada tiene que ver con la generación anterior. Ha empequeñecido un poco de longitud exterior (aunque ha ganado anchura), ha cambiado totalmente de estilo por uno más afilado y, sobre todo, ha hecho una buena dieta y ha adelgazado entre 120 y 200 kg según la versión. Además, aunque ya era uno de los modelos más tecnológicos del segmento (siempre lo fue), en esta generación ha añadido unos faros led matriciales (llamados Intellilux), que incluyen diodos led para todas las funciones con apagado selectivo para no deslumbrar a otros conductores y adaptarse a las condiciones de la carretera. Aunque la unidad probada los llevaba, al ser un pequeño contacto de día no pude evaluar su eficacia, espero poder probarlos en otra ocasión.
El interior ha cambiado por completo. El Astra H tenía algunos de sus mandos que servían para varias funciones (girando o apretando); se criticó mucho desde la prensa especializada, así que para el Astra J llenaron la consola de botones, usando uno para cada función (como en el Mokka cuya prueba pudiste leer ya por aquí); también se criticó mucho (¿en qué quedamos?). Ahora, para el Astra K, han puesto una pantalla táctil que agrupa muchas de las funciones, como en casi todos sus rivales modernos; menos mal que han dejado algunos botones para que no tengamos que estar buscando entre menú y menú (¡hola Peugeot-Citroën!), por ejemplo para la climatización. El acabado también es impecable, aunque hay demasiado plástico duro para mi gusto (sólo son blanditas la parte superior del salpicadero y de las puertas delanteras), y esos pestillos vistos... Además, debajo de los mandos de la climatización hay un trozo tapado en el que se pueden acoplar algunos accesorios (como un soporte para el móvil o un difusor de fragancias), y que tapa... los fusibles, ¿no había otro sitio donde ponerlos y dejar ahí un hueco para meter cosas? Pero bueno, al menos todo es fácil de utilizar. Los asientos delanteros son excelentes como en cualquier Opel, la postura adecuada se encuentra en seguida, y los mandos quedan a mano. La habitabilidad trasera también ha mejorado, y hay espacio más que suficiente para la cabeza, y más aún para las rodillas. De hecho, me gustaría que hubieran recortado algo para las rodillas de los pasajeros traseros y hubiesen ampliado el maletero, porque con la rueda de repuesto opcional, el hueco libre no parece demasiado amplio ya que la altura se reduce.
Pero el gran cambio se produce al conducirlo. Si bien la suspensión sigue siendo dura (más que en el Golf que ya probé, y similar al Astra J) y hace que los resaltos y los baches se noten más de lo deseable (sobre todo desde las plazas traseras), la dirección tiene la dureza adecuada y los demás mandos se accionan sin mucho esfuerzo. Pero lo mejor lo dejo para el final, y es el nuevo motor 1.6 litros diésel. ¡Vaya cambio con respecto al 1.7 anterior! Tiene mucha fuerza a casi cualquier régimen y en cualquier marcha, sale de parado con celeridad y las recuperaciones son rápidas; se nota que le ha sentado bien el adelgazamiento. Parece correr más que alguno de sus rivales de este nivel de potencia; de hecho me parece que corre mucho más de lo suficiente para un usuario tranquilo, tanto que veo innecesaria la versión de 136 CV salvo que valores mucho las prestaciones. Además, apenas hace ruido, con lo que conducirlo es todo un placer.
La versión de las fotos, 1.6 CDTI-110 con acabado Sportive y las opciones pintura roja (210 €), pack básico (160 € con rueda de repuesto de emergencia, soporte PowerFlex en la consola y pack fumador), pack parking (300 €) y faros matriciales led Intellilux (1100 €) cuesta, según el configurador de Opel, 24470 €, pero con la promoción actual de la marca y el plan PIVE, se queda en unos razonables 19382 €, que pueden ser incluso menos a pie de concesionario (por unos 15500 € puedes tener la versión Selective con pintura metalizada, pack básico y pack Selective con climatizador bizona, PIVE incluido). Teniendo en cuenta que es un coche que está bien acabado, tiene un interior amplio, un motor solvente, y es un modelo nuevo (que siempre suelen ser más caros cuando acaban de salir), me parece que su precio está más que ajustado. Si la estética gusta (a mí sí, aunque me ha costado un poco hacerme a ese pilar C, y cambiaría esas llantas de 5 brazos por otras), le auguro éxito.
Las fotos, aquí.
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