La marca alemana Opel nos acaba de presentar la remodelación de su SUV urbano, el Mokka.
Este SUV español (se fabrica en Zaragoza para toda Europa) ha recibido un lavado de cara tan profundo que hasta ha cambiado de nombre, llamándose ahora Mokka X. Esta "X" la llevarán a partir de ahora todos los modelos SUV y crossover de Opel.
Por fuera, los cambios más evidentes se encuentran en el frontal. Nueva parrilla más pequeña, con el logotipo sujeto por el "bigote" característico de Opel. Nuevos faros, ahora disponibles con tecnología led inteligente para todas las funciones (con 9 parámetros diferentes según la situación, pero por lo que parece no serán como los matrix-led del Astra, una pena, aunque seguro que merecen la pena igualmente frente a los halógenos), nuevos faros antiniebla y nuevo parachoques con muchísima menos parte en negro; ahora parece más un turismo y menos un todoterreno. Habrá que verlo en vivo para ver si sigue quedando bien o ha perdido parte de la gracia del anterior (ya que con ese parachoques daba mucha sensación de robustez).
El lateral no cambia, y en la trasera encontramos un nuevo parachoques también, con unos nuevos pilotos secundarios en él, y también los pilotos principales cambian al estar disponibles con tecnología led. Para finalizar con los cambios exteriores (seguro que se ofrecerán nuevas llantas, aunque el comunicado de prensa no dice nada al respecto), se ofrecen dos nuevos colores: "naranja ámbar" (el de las fotos) y "rojo escarlata".
Por dentro, parece otro coche. Y es que el salpicadero es totalmente nuevo, desapareciendo la multitud de botones (de lo que ya hablé cuando probé la versión anterior) y concentrándose ahora muchas funciones en una pantalla táctil de 7 u 8 pulgadas, aunque manteniendo algunos botones físicos para el sistema de climatización y alguna función más (lo que es un acierto según mi opinión). Todo el diseño general se parece mucho al del nuevo Astra, lo cual está muy bien. Y gracias a la mejorada cámara frontal "Opel Eye" se incorporan nuevas funciones de seguridad como la alerta por cambio de carril o la alerta de colisión frontal. La habitabilidad no variará, así que las impresiones del anterior seguirán siendo válidas para este modelo.
También es nuevo el motor de gasolina (el 1.6 diésel se mantiene, que se incorporó hace poco al modelo actual). Es el 1.4 turbo que también monta el Astra, y que se ofrecerá en versión de 150 CV con tracción total adaptativa, sistema stop/start y cambio automático (y espero que en alguna versión más, como 4x2 manual, o aquí en España van a vender cuatro).
Resumiendo, que una buena actualización de un modelo que es un éxito en Europa (ya lleva más de medio millón de unidades vendidas y eso a pesar de su corta gama mecánica). Y aunque por fuera se sigue viendo moderno, el interior necesitaba un cambio a mejor, y lo ha conseguido. Así que seguirá siendo un éxito. Pero señores de Opel, ¿para cuándo una versión diésel básica? Si ya tienen el 1.6 CDTI de 110 CV, sólo hay que ponérselo...
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