La nueva marca DS acaba de presentar la remodelación del modelo que le faltaba por renovar, el pequeño 3.
Y es que era el único que quedaba con el logo de Citroën en el morro. Pero con esta renovación ya se separa totalmente de Citroën y recibe identidad propia... por mucho que siga siendo una especie de versión de 3 puertas del Citroën C3.
Los cambios más evidentes se encuentran en el frontal, donde recibe una nueva y enorme parrilla cromada con el logotipo DS duplicado. También cambian los parachoques, aparecen nuevas llantas de aleación y ahora es posible escoger un nuevo color de carrocería (llamado "arden red") y otro para el techo ("topaz brown"). Los faros no cambian ya que lo habían hecho hace poco, e incluyen mezcla de ledes y xenón.
Por dentro, el cambio más destacable es la nueva pantalla táctil de 7 pulgadas, que ha hecho que los mandos de la radio desaparezcan y ahora todo aparezca más limpio (pero habrá que ver qué tal se maneja; de todas formas mientras sigan existiendo botones físicos para el climatizador todo va bien).
Los motores también cambian. Ahora se ofrecerá en gasolina con el 1.2 en potencias de 82, 110 y 130 CV y el 1.6 de 165 CV, y en diésel con el 1.6 de 100 o 120 CV. Además, se ofrece la versión "DS3 Performance" que sustituye al anterior Racing y que ofrece 208 CV extraídos de su bloque de 1.6 litros de gasolina.
Y el resto sigue igual. Sigue siendo un modelo bastante compacto para lo que hay hoy en día en el segmento B ya que mide 3,95 metros de largo, sigue con sus dos carrocerías (3p y cabrio con ese enorme techo de lona), y sigue con sus enormes posibilidades de personalización y combinación de colores que harán que sea difícil cruzarse con otro igual. Vamos, que sigue siendo un coche "cuqui"... y eso hay que pagarlo. Con decir que apunta al Mini ya queda todo dicho.
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