El evento consistía en un gran stand montado junto al Santiago Bernabéu en el que se podía contemplar la nueva gama Smart (el Fortwo y el Forfour), participar en diversas actividades (mandar una postal, exhibición de BMX, DJs pinchando, futbolines, teatro, reparto de obsequios...) y lo más interesante, poder probar de forma breve los nuevos modelos. ¿Se notaría demasido que están fabricados a medias con Renault?
Primero me pongo a los mandos de un Fortwo de 70 CV con algunas opciones (cuentarrevoluciones, por ejemplo). El techo de cristal da mucha sensación de amplitud, y el aumento de anchura se nota y mucho en el interior. Pero el asiento no es regulable en altura, así que para mi gusto voy un poco bajo. Arranco, y mi sorpresa es que el motor no hace demasiado ruido (me esperaba mucho más teniendo en cuenta que es tricilíndrico y que además lo llevo pegado al asiento). En seguida me hago a sus mandos, aunque freno y acelerador están un poco juntos. Además, la dirección está excesivamente asistida; ¿será para hacer olvidar que las anteriores generaciones no la llevaban (era "dirección resistida")? El caso es que se nota que su radio de giro es muy pequeño, y la suavidad de la dirección y el cambio ¡al fin! manual hacen que callejear con él sea un juego de niños. Además, el motorcito de 70 CV se muestra suficiente para ciudad, aunque si haces algo de extrarradio se queda un poco justo.
Del habitáculo ya he dicho que se nota más amplio que antes, y los asientos con reposacabezas integrados no están mal. Además, tiene un maletero bastante decente para lo pequeño que es.
Después pido probar un Forfour de 90 CV para ver la diferencia, pero sólo lo hay de 70 CV. Bueno, no pasa nada, ¡mejor eso que nada! Esta vez sin cuentarrevoluciones, con un soporte para el móvil que sobresale demasiado y que no me parece que quede bien, y con el asiento que sigue sin poder regularse en altura. Bueno, meto la llave y espero lo mismo... pero no. ¡Vibra un montón! ¿Qué está pasando? La chica que me acompaña me dice que no soy el primero que lo comenta... Y ya en marcha, más de lo mismo: vibra más, y también suena más. Lo del ruido podría pensar que es porque al ser mayor el habitáculo, hace de caja de resonancia, pero lo de las vibraciones no lo entiendo. De potencia también parece que va algo más justito... Vamos, que me quedo con el pequeño sin dudarlo. Además, en un semáforo no consigo que el Stop/Start funcione, porque el coche parece que está calado y no arranca, pero luego al rato sí... Muy raro todo.
Y ya en parado toca comprobar las plazas traseras y el maletero. El maletero es bastante pequeño, aunque no hay que olvidar que el coche no llega a 3,5 metros. Eso sí, al llevar el motor debajo, el plano de carga queda bastante elevado. Afortunadamente, al abatir los asientos traseros queda una superficie plana, y además con el asiento del copiloto abatible puedes ir a tu tienda sueca de muebles favorita y llevarte una estantería sin problemas. Pero las plazas traseras no se las recomiendo a nadie (excepto a niños que vayan en su propia silla): el espacio es bastante reducido (yo mido 1,78 metros y cabía justito, las piernas entraban pero la cabeza me rozaba en el techo, claro que llevaba el techo solar y supongo que eso resta algún centímetro), pero lo peor es que el respaldo es tan vertical que es incómodo (detalle compartido con el nuevo Twingo). Vamos, que si necesitas asientos traseros pues bien, pero si no, mejor el Fortwo.
Total, que aunque no entiendo cómo los alemanes de Mercedes se han juntado con los franceses de Renault, auguro al Fortwo un éxito de ventas, ya que aúna a las virtudes de la generación anterior el cambio manual y la dirección asistida. Del Forfour ya no digo nada, porque nada asegura el triunfo en el segmento A. Eso sí, añado que en persona son muchísimo más bonitos que en foto.
El resto de las fotos, aquí.
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