Del 26 de octubre al 15 de diciembre este nuevo modelo estará recorriendo la geografía española. Para apuntarse y conocer las fechas exactas, en la web www.karavanaq.es.
Yo he realizado la toma de contacto en Movilsan, concesionario Skoda de Guadalajara. El modelo llevaba la motorización 2.0 TDI con 150 CV, cambio automático de doble embrague DSG de 7 velocidades, tracción total 4x4 y acabado Style con todos los extras.
Por fuera, tengo que reconocer que el coche me ha gustado mucho, y que los diseñadores de Skoda han conseguido que no parezca un Ateca "disfrazado". El frontal es típicamente Skoda, con la gran parrilla cromada y las barras verticales, junto con unos faros que siguen el aire de familia del Kodiaq al estar en dos niveles (aunque me gustan más los del Karoq), siendo en este caso full-led. En el lateral es donde más nos puede recordar al Ateca, aunque las llantas específicas (en este caso de 19 pulgadas), las barras de techo cromadas en esta versión Style y el nuevo diseño del tercer cristal lateral nos recuerdan el esfuerzo para diferenciar ambos productos. Y en la trasera nos encontramos unos originales pilotos también con tecnología led. En conjunto, una estética muy agradable y que ofrece exactamente lo que busca un comprador de este segmento de los SUV compactos.
Por dentro, nada se comparte con el modelo español. Aquí tenemos un salpicadero propio, en esta unidad de color negro con inserciones plateadas. Plásticos blandos en salpicadero y parte superior de las puertas, piezas con buen tacto y bien ajustadas entre sí, una gran pantalla central de 9,2 pulgadas (que responde bien a nuestras solicitudes y tiene una buena definición, aunque se le quedan los dedos marcados con facilidad), tapicería de cuero, asientos eléctricos, techo panorámico practicable... todo ello hace que nos llevemos una muy buena sensación de su interior. Además, el diseño interior está muy logrado, y con todo en su sitio (con unos cuantos mandos compartidos con otros modelos del grupo VW). Asiento y volante (calefactable en este caso) ofrecen unos amplios reglajes y ayudan a conseguir una postura óptima de conducción. Lástima que la instrumentación fuese la tradicional de agujas, ya que este Karoq estrena en Skoda el "digital cockpit", la instrumentación totalmente digital configurable.
La visibilidad también es buena (por el retrovisor interior podría ser mejor), y además de con unos grandes retrovisores, contamos con sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara trasera y control de ángulo muerto, con lo que controlaremos perfectamente el entorno. Dispone además de múltiples ayudas a la conducción (frenada de emergencia, lector de señales, alerta por cambio involuntario de carril, suspensión adaptativa, aparcamiento asistido...). Lo único que mejoraría, dos detalles: el mando satélite del control de crucero, que debería estar integrado en el volante a estas alturas; y las levas del cambio DSG, que son de plástico y de un tamaño ridículo; cierto es que mejor tener eso a no tener nada, pero no costaba tanto ponerlas un poco más grandes...
De habitabilidad y maletero no hay queja, yo que mido 1,77 cabía perfectamente detrás colocando el asiento en mi posición, sobrándome espacio de sobra para las rodillas y para la cabeza (y eso que el techo panorámico resta algunos centímetros). De acuerdo que tres personas atrás irán algo estrechas, pero no olvidemos que el Karoq es un SUV compacto; además el túnel de transmisión no es demasiado abultado con lo que colocar los pies no será demasiado problema. El asiento trasero además tiene regulación en inclinación del respaldo, y la banqueta es corrediza, por lo que podremos jugar con el espacio trasero y el maletero. El maletero también es muy amplio (y eso que esta versión 4x4 con audio premium con subwoofer no incluye doble fondo), y tiene portón automático con apertura manos libres, además de diversas perchas y una linterna extraíble con imán (hay más ideas "simply clever").
Toca ponerse en marcha, en este caso recordemos que la versión probada es la 2.0 TDI-150. Tengo que reconocer que iba con cierto recelo, ya que cuando probé el Kodiaq de 190 CV tuve la sensación de que el motor parecía no tener esos CV, y no sabía qué tal iría este modelo con 40 CV menos. Pues tengo que reconocer que me ha gustado mucho, la combinación con la caja DSG es muy buena (al menos en la posición Sport del cambio), y el modelo tiene fuerza suficiente en cualquier situación. No es un modelo deportivo (ni pretende serlo), pero anda más que sobrado de potencia para la mayoría de los posibles usuarios. Eso sí, a pesar de colocar dirección y cambio en modo Sport, la dirección sigue siendo muy suave (típico en el grupo VAG) y el cambio tiende a proteger el motor más de la cuenta, nada que no se arregle apretando una de las levas. El contacto fue breve, pero en ese tiempo me llevo una buena impresión. Además no es muy ruidoso y el asiento es cómodo, por lo que los viajes largos supongo que se harán de forma relajada.
Este modelo ya está a la venta, me han dicho que a partir de 19900 € en la versión 1.2 TSI-115 Ambition 4x2, y se empezará a entregar aproximadamente en febrero de 2018, por lo que aún habrá que esperar para poder verlo en nuestras calles. Es de los últimos en llegar a este competido segmento, pero tiene argumentos de sobra para dar mucha guerra: estética agradable, buenos acabados, equipamiento completo (aunque sea de forma opcional) y una gama adecuada. ¡Hay que ver cuánto ha mejorado Skoda en poco tiempo! Tengo que admitir que a mí me ha gustado mucho, más de lo que pensaba. También es cierto que ser una unidad Style con todos los extras ayuda a llevarse una buena impresión (habría que ver el precio con esta configuración), pero vaya, que es un modelo a considerar y un rival de cuidado para los líderes del segmento.
Gracias a Movilsan, concesionario Skoda para Guadalajara, por la realización de este contacto.
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