Por fuera
Casi todos los modelos de Skoda tienen el mismo "defecto": son sosos. Su línea es agradable, sin estridencias, sin apenas líneas dinámicas, con ningún detalle arriesgado ni en faros ni pilotos (que forman esa C característica de Skoda cuando ponemos las luces)... Vamos, una berlina sosa. Pero he puesto "defecto", así con las comillas, porque lo que puede ser un defecto para unos será una gran virtud para otros, y es que muchos compradores de berlinas de este tamaño valoran precisamente la discreción. Y la versión probada, en color "negro mágico", ayuda todavía más a esa discreción.
Lo que no tiene discusión es que esta tercera generación se parece demasiado a la anterior (más que entre la primera y la segunda), y un poquito más de innovación no habría venido mal, ya que para los no entendidos podría pasar perfectamente por un restyling.
Por dentro
Probé hace años un Octavia Combi de la segunda generación con motor TDI bomba-inyector de 140 CV, y parecen la noche y el día. ¡Vaya cambio! Los plásticos están perfectamente ajustados, tienen un tacto estupendo, a la vista parecen tener mucha calidad, los colores (serios, por supuesto) están bien elegidos... Nada que envidiar a modelos de más renombre (y mucho más precio). Las ruletas de la climatización, las palancas del volante, los mandos del volante multifunción... todo tiene buen tacto y buen ajuste. La única pega, que la parte superior de las cuatro puertas es de plástico duro. Y los espejos de los parasoles no están iluminados. Y ya puestos a pedir, la luz del plafón interior podría ser más intensa...
Nos sentamos frente al volante, y las múltiples regulaciones hacen que en seguida encontremos una buena postura, y todos los mandos nos quedan a mano y son fáciles de accionar y de memorizar su posición, sobre todo si hemos conducido otros modelos del grupo VW (ya que muchos mandos son compartidos, por ejemplo con el Golf). Eso sí, me gustaría que el retrovisor interior se oscureciese solito... pero no es así en este Ambition.
Espacio hay más que de sobra (¡y dicen que el Superb es todavía más grande!), tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Sentado en las plazas traseras, me sobra casi una cuarta para las rodillas y cuatro dedos hasta el techo (no soy Pau Gasol, pero con 1,77 m tampoco soy pequeño). Y el maletero es enooooorme y está lleno de detalles prácticos como una bandeja que se enrolla fácilmente, cuatro ganchos de plástico para bolsas o mochilas escamoteables en los laterales, una pieza que separa el lateral izquierdo, varias anillas para poner redes, toma de corriente de 12 voltios, suelo del maletero extraíble... y rueda de repuesto de 16 pulgadas. ¡Toma ya! Y espacio para hacer varias mudanzas si abates los asientos (pude tumbarme dentro, incluso podría haberme echado una siesta...).
En marcha
Ya había probado brevemente este motor en un León ST, aunque en versión de 105 CV. Aquella vez me pareció (con dos pasajeros y sin carga) que se quedaba más bien justito. Así que pensé que aquí sería aún peor, ya que el Octavia es un palmo más grande... pero no. ¿Qué le han hecho al motor? Vale, no ganará carreras, pero para un conductor tranquilo es más que suficiente y habrá pocas ocasiones en las que se nos quedará corto. He realizado un viaje con 5 pasajeros (sin equipaje), por autopista, y no he echado en falta más potencia. Sí es cierto que en carreteras secundarias me gustaría tener más caballos para adelantar, pero vaya, que me ha sorprendido gratamente. Eso sí, siempre que superemos las 1600-1700 revoluciones, porque antes de esa cifra directamente el motor no existe. Y un detalle que no me gustó: el acelerador no reacciona instantáneamente; desde que pisas hasta que funciona pasa un tiempo, que es breve, pero que se hace eterno, y que es más notorio en las dos últimas marchas y no sé por qué.
Segmento D, en versión familiar, con motor diésel, y de potencia baja. ¿Parece el perfil de coche para hacer curvas? Efectivamente: no. La suspensión es blanda, y eso favorece la comodidad, que es lo que se ha buscado con este coche. Si vamos de curvas no nos decepcionará del todo, ya que su estabilidad es buena, y el coche va por donde le indicas. Pero balancea, y deja claro que ése no es su ritmo, no lo han ideado para eso. Además, si apuramos las marchas el nivel de ruido sube bastante (aunque la respuesta es sorprendentemente buena), lo que choca con la filosofía tranquila del modelo de hacer viajes relajados por autovías y autopistas. La dirección es básicamente la típica del grupo VW, muy asistida, aunque algo menos y algo mejor afinada que en otros modelos del grupo; parece que tantos años de críticas a VW les han hecho espabilar un poco en este sentido.
De las prestaciones ya he hablado, suficientes si no dejamos caer el motor de vueltas. Y más que suficientes si lo conducimos "en modo gasolina", estirando un poco el motor. El consumo no está mal aunque me lo esperaba más bajo: he obtenido una media de 5,5 litros / 100 km sin nada de ciudad (salvo la imprescindible). No es mala cifra (no olvidemos lo grande que es el coche), pero siendo casi todo por carretera esperaba bajar de los 5. Lo que no me ha terminado de convencer es el sistema Stop/Start, ya que a veces funcionaba y a veces no, siendo prácticamente las mismas circunstancias. Al menos ahora para el motor sin llegar a estar detenido del todo, lo que es un avance.
Precio y equipamiento
La versión probada, Ambition con el pack Like, tiene un precio base de 18945 €.
El equipamiento de serie de la versión Ambition incluye la dotación habitual (controles de tracción y estabilidad, sensor de presión de neumáticos, aire acondicionado, múltiples airbags) y además control de crucero y volante de cuero.
La serie especial Like incluye llantas de aleación de 17 pulgadas, volante multifunción, conexión Bluetooth para el móvil, sensores de lluvia y luces, climatizador automático bizona, faros antiniebla y radio con pantalla táctil de 6,5 pulgadas y función Smart Link.
Además, la versión probada incluía la pintura "negro mágico efecto perla" por 490 € y el sensor de aparcamiento trasero por 345 €, lo que hace un total de 19780 €. Sí, todo este coche por menos de 20000 €. Eso sí, yo incluiría los faros bixenón (1140 €, aunque los de serie no son malos), los pilotos traseros de ledes (130 €) y el retrovisor electrocrómico (50 €, que por 50 míseros euros no sé por qué no es de serie ya), y con eso dejaría un modelo redondo.
Conclusión
Vaya salto que ha dado este Octavia: es cómodo, es muy amplio, está bien hecho, y tiene un precio de derribo. Lástima de una estética demasiado conservadora para mi gusto... Pero para gustos, los colores. El que elija comprarse un Octavia Combi no se arrepentirá. Muy (pero que muy) bueno tiene que ser el Superb para recomendarlo antes que este Octavia, una más que digna berlina grande. Siéntate, ponte cómodo, pon la música (por cierto, el equipo de audio suena especialmente bien), y a viajar.
- A favor: espacio interior, maletero, precio, acabado.
- En contra: diseño soso, rumorosidad, respuesta del motor a bajas vueltas.
El resto de las fotos, aquí.
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